Opina:

lunes, 3 de septiembre de 2012

-

-¿Y si llueve?
+Jajaja, nos llevamos un paraguas
-Claro jajaja
+O sin el... puede que me entren ganas de robarte un beso debajo de la lluvia.
-¿Quieres saber lo que haría yo?, te cogería así de la mano, te daría media vuelta y te taparía los ojos por detrás...y te susurraría poco a poco lo bonita que estas esta noche...

domingo, 2 de septiembre de 2012

A mil


  

-Vale, cógeme la mano, cógemela. ¿Tu notas como tiembla?, ¿lo notas? Este es el problema. Que no puedo mirarte sin que me tiemble el pulso y me sudan las manos como si fuera una pi piola. Que me tocas tío y el corazón se me pone a mil. Que es que no puedo estar a menos de 5 metros de ti, sin que me fallen las piernas. Este es el problema y intento evitarlo y no puedo. Es que no puedo...

Querida Gin:



Querida Gin, Tonic...
Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte, aunque sea tarde. Escribir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a mandar. Que no vas a recibir nunca. Que como tu me enseñaste, cuando acabe de escribirla la quemaré, los sentimientos se pondrán a arder, y ese dolor, ¿como era... como decías tu? Ah ya, ese dolor no se te queda tan adentro.Esta vez solo quiero ser claro, sería un imbécil si no gritara que me he equivocado, contigo, que la he cagado pero bien, desde el principio. Que he intentado avanzar sin apartar  antes las cosas que lo impedía, agarrado al pasado, mirando para atrás, queriendo olvidar pero sin parar de recordar... que locura Gin. Empeñado en quedarme ahí, en medio de un lado y del otro, sin perdonar, sin perdonarme, sin avanzar...
¿Donde esta el secreto del futuro, Gin? Puede que este en fijarse bien, en avanzar mirar más cerca. Más. Tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro. Hay cosas que pasaron antes, mucho antes... no quiero esperar milagros, solo que las cosas pasen o no...si...no...si..no..si...no. Y ahora lo tendría claro, pero ahora ya no depende de mí... si no de ti. 
Te quiero.

Quiero recuperarte.

-Vale, solo un segundo, escúchame solo un segundo, vamos a hacer una cosa.
+Haber... dime. 
-Vamos a olvidarnos de todo, y empezar de cero. Olvidarnos del daño y de los errores cometidos, de todo eso que hacía que nos distanciáramos...
+No entiendo, es que no te entiendo. ¿A que viene esto después de tanto tiempo?
-Viene a que quiero recuperarte.

Pensaba en ti.

-¿En que estás pensando?
+No, pensaba en ti. 
-¿Y en que pensabas?
+Pensaba en lo bonito que es cuando conoces a alguien y sientes algo y lo tienes al lado, en cómo te lo imaginas contigo, en que vas donde quieres. 
-¿Y a dónde has llegado?
+Lejos. 

Porque te das cuenta.

Es despertarte cada mañana y ver que no está, porque sabes que ya no es lo mismo, porque se nota que cuando le miras ya no existe ese brillo en los ojos, o esa sonrisa cómplice. Porque ya no tienes la oportunidad, ni siquiera un momento de casualidad para verle. Es ver y entender que las oportunidades solo pasan una vez. Quedarte mirándole y que te empiecen a bombardear recuerdos en la cabeza, o dedicarle sin darte cuenta cada estado, cada canción, cada frase...
Eso es echar de menos, lo demás es fingir que te falta algo que en realidad nunca quisiste.
A veces, cuando renuncias a alguien, no es porque no te importa, si no porque te das cuenta de que no le importas